Un año más pasó y el Playcon se llevó a cabo durante este fin de semana para congregar a todos los amantes de los juegos de mesa. Este año el evento cambió de sede para realizarse en el Tennis Club de La Sabana.
Además de juegos de mesa, los asistentes podían hacer otras actividades como colorear, pintar figuras, torneos varios, y participar del nuevo espacio para videojuegos. Otra atracción que le gustó a los asistentes fue sin duda los stands con propmakers, cosplayers, dibujantes y coleccionistas de figuras.
En general el evento logró su cometido de entretener al público, y está apostando por uno general ya que puede disfrutarse tanto en solitario como en familia. El nuevo recinto es realmente amplio, lo que permitió muchas más mesas y mayor espacio para transitar, además de estar techado y contar con buena iluminación y frescura.
Además, la sección del videojuegos logró atraer a otro tipo de público o simplemente crear un espacio para relajarse de tantos juegos de mesa.
Este año se modificó una de las mecánicas que caracterizaban al evento, ya que los asistentes no tenían que conseguir sellos para llenar un libro que se podía intercambiar por premios. Ahora se daban tiquetes por participación en cada juego (esto elimina los tiquetes por logros). Estos tiquetes podían intercambiarse por premios, y si la persona no tenía suficientes podía “vender su dignidad” para obtener el premio. Sin duda un método gracioso, pero que muchos rechazaban por vergüenza. El único problema que encontré respecto al sistema es que si alguien canjeaba un juego éste subía de precio para la siguiente persona que llegara, lo que hacía que fuera realmente difícil poder cambiar tus tiquetes incluso por un póster.