La recomendación de hoy es una historia de vampiros protagonizada por una niña: "El vestido de seda blanca", de Richard Matheson.

El autor

Reconocido escritor y guionista, fue hijo de inmigrantes noruegos y participó como soldado de infantería durante la Segunda Guerra Mundial.

Se graduó como periodista en 1949, y sus inicios en la literatura los hizo publicando en el Brooklyn Eagle. Su primer cuento publicado fue “Nacido de hombre y mujer”, obra que lo hizo famoso.

Entre sus obras más reconocidas y que han sido adaptadas a películas se encuentran “Soy leyenda” (1954) y “El hombre menguante” (1956).

Matheson también fue guionista, participando en varios capítulos de “La dimensión desconocida” y de “Duel”, película de Stephen Spielberg basada en un cuento suyo.

El relato

“El vestido de seda blanco” tiene como protagonista a una niña que vive con su abuela, ya que su madre murió; la niña está encerrada en su cuarto ya que su abuela se enfadó con ella por entrar al cuarto de su madre.

La historia de Matheson se lee muy simple, pero se trata de un relato muy bien estructurado, que logra captar la atención del lector desde el inicio y logra mantenerla hasta el impactante final.

Matheson logra un ambiente de nostalgia a través de los ojos de una niña que extraña a su madre y que no puede evitar entrar a recordarla a su cuarto cada vez que su abuela no la vigila.

El autor nos pone en los zapatos de una niña inocente, que se cuestiona las decisiones de su abuela, y leer todos los pensamientos de esta pequeña hace que el final del relato sea más crudo e impactante, ya que la historia da un giro inesperado que hace la obra más desgarradora.

Sin lugar a dudas, “El vestido de seda blanca” es un cuento que no puedes dejar de leer, y que no te decepcionará si te gustan las historias de vampiros.

Recuerda también nuestras recomendaciones anteriores: Carmilla,  Entre la nieve, Almas en pena, La Capa, Pues la sangre es vida, El misterio de Ken, La muerta enamorada, Cuando había luz de luna, Herencia y La última tumba de Lill Warran.