La recomendación de hoy es otro relato corto: Pues la sangre es vida, de Francis Marion Crawford.
El autor
Escritor de terror nacido en Italia, estudió en las universidades de Cambridge, Heidelberg y Roma. En la India estudió sanscrito, y al volver a Estados Unidos en 1882 publicó su primera novela, Mr. Isaacs.
En 1883 volvió a Italia, donde vivió el resto de su vida y escribió la mayoría de sus obras.
Además de sus escritos de terror, su trabajo más conocido es la saga Saracinesca, cuyo cuarto libro fue el primero en hablar sobre la mafia en la literatura. El libro, titulado Corleone, fue publicado en 1887.
Otras de sus obras más reconocidas son Khaled: A tela of Arabia, una hisgoria de un genio que se hace humano, A Cigarrette-maker's Romance y Francesca de Rimini. Además, sus cuentos de terror han sido incluidos en varias antologías.
Crawford murió en 1909 de un ataque cardiaco.
El relato
Publicado en 1905, el relato de Crawford es relatado por un narrador del cual no sabemos el nombre y tiene lugar en una torre desde la cual se puede ver una tumba.
La historia inicia luego de una cena, cuando la luz de la luna ilumina una tumba sobre la que parece verse el cuerpo de una mujer. Holger, el invitado a la cena, decide acercarse para observar el fenómeno de cerca, y su anfitrión ve una sombra que lo acecha y trata de agarrarlo.
Holger no se da cuenta de esto y vuelve a la torre, donde el narrador le relata la historia del lugar, en donde un hombre muere, es asaltado en su lecho de muerte, su hijo queda en la ruina y una mujer que solo buscaba ayudar es asesinada. Y en medio de todo esto, hay vampiros involucrados.
Crawford entrega una obra corta pero muy completa, donde no sólo se enfoca en la historia que relata el narrador (que podríamos pensar es el mismo Crawford), sino que describe ampliamente el lugar de los hechos y la historia detrás de la torre donde están los personajes.
El narrador nos lleva hábilmente a través de una historia de tragedia y asesinato, donde la protagonista final es Cristina, una joven que muere solo por encontrarse en el lugar y momento menos adecuado.
El anfitrión/narrador hace pausas en los momentos necesarios, que despiertan no solo la curiosidad de Holger, quien escucha la historia, sino también de quienes están leyendo el cuento de Crawford y que, al igual que el personaje, están conociendo el origen de la leyenda que circula acerca de la extraña tumba que aparece con la luz de la luna y de la sensual pero peligrosa mujer que acecha el lugar.
Pues la sangre es vida es considerado uno de los mejores cuentos de vampiros de su época, y de los mejores trabajos de Crawford, lo que lo ha hecho ser incluido en diferentes antologías del género. Por lo tanto, si te gusta la literatura de terror, es un cuento que no puedes perderte.
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