Review de Greenland (El día del fin del mundo)

Review de Greenland (El día del fin del mundo) Review de Greenland (El día del fin del mundo)

Para las películas de catástrofes el 2020 no parecía un buen año, es redundante sentarse en un cine a ver en pantalla lo que está pasando afuera. Sin embargo, este fin de semana se estrena una nueva cinta de este género y contrario a todo pronóstico se disfruta más ver cómo el mundo se derrumba desde la comodidad de la butaca del cine.

Al inicio de la pandemia se dio un fenómeno en las plataformas de streaming, en las primeras posiciones se ubicaban justamente esas películas, series y documentales que vaticinaban un futuro apocalíptico. En ese momento no le encontraba la lógica a sentarse a ver las desgracias de un grupito de sobrevivientes que luchan contra todo lo que el guionista quiera lanzarles, pero luego de ver Greenland puedo entender el porqué.

Durante dos horas logré desconectarme del día a día para centrarme en la ficción que nos trae el director Ric Roman Waugh a partir de lo escrito por Chris Sparling, y que hace que Gerard Butler y Morena Baccarin pasen por las más extremas situaciones para ponerse a salvo.

Los sobrevivientes

Butler interpreta a John Garrity, un ingeniero especialista en rascacielos que intenta reparar su matrimonio con Allison (Baccarin) luego de un conflicto que incluso les llevó a la separación. La segunda oportunidad se da en gran parte por el bienestar de Nathan, el hijo de ambos que, como dato adicional y de vital importancia, tiene diabetes, por lo que necesita su medicamento y ciertas atenciones que complicarán la trama.

Al comienzo de esta historia John ha vuelto a su casa justo para ver, junto a su familia y vecinos, el paso del cometa Clarke que amenaza con pasar rozando la Tierra, o al menos eso es lo que se ha hecho público, sin embargo es claro que hay algo más.

La realidad es que el cometa se ha dividido en muchos fragmentos que golpearán distintas partes del mundo y el más grande de ellos traerá un evento de destrucción masiva. En este punto nos empezamos a preguntar qué puede hacer John el constructor para detener semejante desgracia. Y la respuesta es nada.

Los escogidos

La trama plantea un interesante giro. Por alguna razón la familia de John fue seleccionada para ir a una locación secreta (inserte emoji de guiño) donde hay unos refugios que salvaran a unos pocos. El resto de la película se trata de llegar por todos los medios a ese lugar, la tierra prometida, la última opción.

Esta idea nos da los momentos más interesantes, el enfrentamiento humano por la sobrevivencia, y a la vez le da la posibilidad a la producción de esquivar grandes gastos económicos que son esperados dentro de este género. Así, la acción no se centra en el desastre en sí si no en lo que le sucede a esta familia y a quienes se encuentran en el camino.

El cometa

Desde luego que sí hay escenas cargadas de efectos visuales que nos recuerdan el peligro que enfrenta el mundo, y están bien logradas en su mayoría, pero son lo menos importante de las dos horas de duración. Los impactos de los fragmentos se van variando para evitar la repetición y para mostrar la magnitud del evento, lo que permite un rango mayor de efectos.

El trabajo de cámara también le permite a la dirección crear de forma “sencilla” momentos complejos y nos ayuda a la audiencia a entrar en situaciones de gran tensión  que se resuelven con tomas muy cerradas y mucho movimiento.

El elenco cumple con el trabajo, en mayor medida los intérpretes mencionados anteriormente que tienen un currículo más amplio. Destaca la participación de Scott Glenn, David Denman, Hope Davis y Andrew Bachelor, que son quienes generan los momentos más profundos y las interacciones más emotivas.

El impacto

En general, “El día del fin del mundo” nos presenta los lugares comunes de este tipo de películas, tanto los aciertos como los fallos. Casi nos podemos ir adelantando a los acontecimientos porque conocemos lo que necesita pasar para ir complicando la historia y para que les sea más difícil a los personajes lograr el objetivo.

A pesar de esto, esta cinta plantea suficientes cambios como para mantener la atención, logra interesar y probablemente produce pesadillas sobre lo desesperante que sería una eventualidad como el impacto con un cometa.

Antes de terminar esta reseña, tenemos que hablar del título. Ni en inglés ni en español tienen sentido, no venden bien la cinta ni aportan, de hecho en inglés hasta hace spoiler de un dato mínimo pero que, al menos que la oficina de turismo de Groenlandia haya pagado parte de la producción, no tiene porqué ser llamada así.

Así que, olvide el nombre y solo vaya a disfrutar de una buena película de catástrofe en este 2020.

Calificación: 7 de 10

Redacción

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