Hace algún tiempo, la película «Get Out» (Jordan Peele, 2017) nos presentó los peligros que podía enfrentar un hombre negro al momento de ir a conocer a la familiar de su novia blanca. Ready or Not, ahora nos trae lo que puede suceder cuando la novia, una chica pobre, debe ganarse a la familia millonaria de su novio.

Ambientación

Todo sucede en una sola locación, una gran mansión con un extenso jardín (o bosque) alrededor como parte de la propiedad. Se nota que el diseño de producción es limitado en recursos, aunque logra ser efectivo para desarrollar la historia que nos cuenta.

Fotografía

Pasillos con poca iluminación, escondites oscuros, todo es parte del juego en el que la protagonista se ve involucrada. Un buen manejo de la cámara para captar los detalles en habitaciones con poca luz.

Actuaciones

La película funciona debido a Samara Weaving. Ella lleva todo el peso de la película. Su rostro no le falla a la cámara cuando sonríe, o cuando está adolorida, ni cuando es dominada por la demencia. Los demás miembros del elenco dejan en una capa superficial su interpretación.

Musicalización

Pudo utilizar mejor el silencio en ciertas escenas. Además, estamos ante el típico caso en donde la música solo decora, pero no apoya la tensión del momento.

Narrativa

Es una comedia. Una comedia retorcida eso si. Inmersa en el sub género del terror llamado «Survival», con las particularidades del género, como la violencia, sangre, y ese juego del gato y el ratón.

La película no busca tener al espectador al borde del asiento, en cierta forma parodia los convencionalismos del género. Y sus diálogos son una sátira de la vida de los millonarios. El filme puede verse como una gran metáfora de lo que significa introducirse al mundo de los millonarios, de esos dueños de corporaciones, petroleros etc.

Quizás el mayor acierto del filme es su tono de humor negro, ya que con ello justifica situaciones absurdas que en un survival dramático se verían como errores poco creíbles.

En conclusión

No es un filme que provoca gran tensión ni momentos de terror. Pero es ágil, divertida y hasta cierto punto inusual.

Ready or Not, o en Costa Rica «Boda Sangrienta», se estrena en cines el 22 de agosto.