"Jodhaa Akbar", un romance histórico dirigido por Ashutosh Gowariker, es una película a gran escala de Cecil B. DeMille, con romance, batallas conmovedoras, un elenco de miles y suficientes elefantes y oro.

Si se desean nuevas opciones de películas en otros idiomas y para conocer nuevas culturas, ahora parece un momento propicio para una película sobre Akbar, el emperador musulmán del siglo XVI en la India, cuyo legado es de gobierno ilustrado y de tolerancia religiosa casi radical. “Jodhaa Akbar” comienza antes de todo eso, cuando el joven Akbar todavía está ocupado expandiendo el imperio mogol. Esto le da al Sr.Gowariker la oportunidad de hacer algo cinematográfico: en una toma espectacular, la cámara se apresura hacia atrás para evitar ser pisoteada por dos ejércitos, y para mostrar las semillas de lo que convirtió a Akbar en uno de los buenos personajes de la historia. Lucha con un propósito (consolidar el Indostán) pero no sin piedad.

Las batallas, sin embargo, son en realidad una cuerda a la historia de amor que impulsa la película. Forjando una alianza política, Akbar se casa con Jodhaa, una princesa de Rajput (hindú), y luego se propone conquistar su corazón. Estos miembros de la realeza son interpretados por Hrithik Roshan y Aishwarya Rai Bachchan. Ninguno de los dos es un gran actor, pero ambos saben lo que se requiere de una estrella y parecen nacidos de palacio.

La Sra. Bachchan hace de la obstinación de Jodhaa un signo de carácter, especialmente cuando establece las condiciones para su matrimonio: seguirá siendo hindú y le gustaría un pequeño templo para su estatua de Krishna en el fuerte de Mughal. Como Akbar, el Sr. Roshan de ojos verdes, tiene el porte de un rey, su rutina está en dedicar su tiempo en luchar contra enemigos o domesticar elefantes salvajes (solo un pasatiempo).

En una justa advertencia la película tiene una duración de tres horas y media, la película es un poco larga. Las intrigas y contra influencias de la corte pueden parecer rutinarias, y Akbar sigue siendo un poco predecible. Aun así, incluso las partes dramáticamente flojas probablemente llamarán su atención. Gowariker y su director de fotografía, Kiiran Deohans, llenan sus encuadres con hermosos palacios y paisajes, y la película rebota con una memorable partitura de A. R. Rahman.

"Lagaan" de Gowariker (2001), una clásica historia de enraizar a los desamparados fue una de las raras películas de Bollywood que atrajo a un público no del sur de Asia. "Jodhaa" puede carecer del atractivo populista de esa película, pero comparte su sentido de propósito nacional y podría haber llevado fácilmente su subtítulo: "Érase una vez en la India".

"Jodhaa Akbar" no es una lección de historia: ¿dónde, por ejemplo, están las otras 199 esposas de Akbar, o los pintores y poetas que hicieron de su corte una legendaria? Pero al elegir contar la historia de este emperador y una historia de amor entre musulmanes e hindúes, Gowariker deja un punto claro. Como dice Akbar, "El respeto por la religión de los demás enriquecerá el Indostán".

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