Los porgs de Star Wars: The Last Jedi son criaturas que simplemente llegar a amar u odiar. Quizá se traten de las criaturas más adorables de la galaxia, pero para muchos simplemente sobran y son un capricho de Disney para vender peluches y mercancía. Aún así, su origen no fue del todo detallado.
La razón por la que existen los porgs en este planeta supuestamente no es una simple decisión de marketing. No se trata de vender más peluches como mencionamos, la realidad es que la isla de Skellig Michael, donde se rodaron las imágenes de Ahch-To para la película está plagada de frailecillos, un ave de color blanco que anida en las costas de la isla y que inevitablemente se colaba en las timas.
De hecho es por eso que tuvieron que darle algún sentido a esas escenas, ya que la opción de eliminar digitalmente las apariciones de las aves era complicado y hasta más caro.