Aunque en algún momento las películas de James Bond se exhibían como aventuras independientes, pero conectadas entre sí por villanos y héroes, el deseo de EON Productions era presentar la serie de Daniel Craig como un conjunto unificado. 007: Quantum (2008) siguió a Casino Royale (2006), la cual se remonta al inicio de la vida de Bond como agente doble 0. Skyfall (2012) se insertó en la serie para revelar aspectos importantes de los primeros años de vida de Bond. La película número 25 de la serie de EON, Sin Tiempo para Morir, comienza con las escenas finales de Spectre (2015), en las que Bond (Craig) se marchaba con Madeleine Swann (Léa Seydoux) conduciendo el Aston Martin DB5.

Cuando Bond aparece por primera vez en Sin Tiempo para Morir, él y Madeleine están en Matera, una ciudad ubicada en una cima rocosa en el sur de Italia. De acuerdo con el productor de la serie, Michael G. Wilson, la narrativa siempre retomaría la relación entre Bond y Madeleine. “La interrogante era cuándo presentaríamos el desarrollo de su vínculo”, comenta el productor.

La coproductora Barbara Broccoli explica: “Tuvimos un debate sobre cómo seguiríamos contando la historia de amor y explorando los temas que se han vuelto fundamentales en las películas de Daniel Craig”.

"En Sin Tiempo para Morir existía una poderosa historia inconclusa que necesitaba cerrarse, así como muchos cabos sueltos que resolver”, señala Craig. “Considero que hemos logrado contar la historia y redondearla”.

Las cuatro últimas películas han tenido como hilo conductor la exploración de aspectos como los secretos, la traición y la confianza; estos temas han guiado la historia hacia su apasionante desenlace en Sin Tiempo para Morir. Después del desencanto amoroso que sufrió debido a la pérdida de Vesper Lynd (Eva Green) en Casino Royale, su inestable relación con M, el M16 y el sufrimiento causado por las revelaciones de Blofeld (Christopher Waltz), Bond se arriesga una vez más, bajando la guardia con Madeleine, pues él apuesta por intentar amar de nuevo.

“Si Bond ha decidido comprometerse en una relación, esto implica muchos retos emocionales para él”, explica Broccoli. “Por lo tanto, la confianza es el tema principal en esta cinta; hacer un compromiso con alguien es muy difícil para Bond, si tomamos en cuenta su historia sentimental y que la traición es un factor determinante en la ruptura de sus apegos”.

Paradójicamente, aunque la cinta plantea la disposición de Bond para comprometerse con Madeleine, Sin Tiempo para Morir comienza con la ruptura de la relación más duradera de Bond: su empleo con el MI6. El productor asociado Gregg Wilson hace notar que el retiro de Bond representó para los cineastas la apertura hacia una nueva realidad.

“Un Bond retirado era algo nuevo para nosotros”, comenta, “pensar cómo sería este hombre al no tener su trabajo cotidiano”. Cuando has dedicado tu vida al servicio, como es el caso de Bond, ¿cuál es el legado que dejas tras tu partida?”

Para contar esta historia los cineastas recurrieron al visionario Cary Joji Fukunaga (Jane Eyre, Sin Nombre, True Detective), quien retomó la filmación después de que la producción terminara su relación laboral con el director Danny Boyle. Desde tiempo atrás Michael G. Wilson y Broccoli habían notado con admiración el trabajo de Fukunaga como escritor y director; conocieron al cineasta en Nueva York, poco después del estreno de Spectre.

“Cuando nos conocimos, Cary mencionó que algún día le encantaría hacer una película de Bond”, relata Broccoli, “Entonces, cuando Danny Boyle salió del proyecto y comenzamos a buscar un nuevo director, él nos contactó. Fue increíble que él estuviese disponible. Su entusiasmo por el proyecto, así como su habilidad como escritor se reflejó en la cinta. Todo funcionó de maravilla”.

Fukunaga es el primer estadounidense en dirigir una película de Bond. “Encuentro que todas las cintas de Cary son increíbles y que él es capaz de trabajar con cualquier tipo de género”, explica Michael G. Wilson, “además, él es un escritor fantástico”.

“Es muy bueno con los personajes, con los actores y le confiere profundidad y complejidad a todo lo que hace. Además, es una persona con una mentalidad muy internacional. Habla varios idiomas, ha viajado mucho y también es, en cierta forma, un espíritu rebelde. Es joven y entusiasta; y visualmente hablando, él es extraordinario. Cary tiene la capacidad de hacer que las cosas complicadas se entiendan fácilmente; todo esto es muy útil para lograr lo que deseábamos con esta historia”.

Fukunaga se adentró en las historias de Bond cuando fue a ver la última película de Roger Moore en 1985, En la Mira de los Asesinos, en el cine de su barrio. “Quedé fascinado con el final en el Golden Bridge”, recuerda. “Era como si Bond hubiese atravesado el espacio y llegado a mi mundo. Era sencillamente una increíble película con Roger Moore soltando golpes a diestra y siniestra”.

Conforme la carrera de Fukunaga como escritor, director y productor se desarrollaba, el cineasta guardaba esos recuerdos. Siempre había deseado dirigir una cinta de Bond, y al igual que los productores, Fukunaga estaba especialmente intrigado con la travesía emocional de Bond durante las películas anteriores. “Después de ver Casino Royale, 007: Quantum, Skyfall y Spectre, tienes una idea clara del arco dramático por el que atraviesa el personaje de Bond”, comenta.

Para nosotros, esta cinta tiene lugar cinco años después de Spectre. El mundo ha cambiado mucho desde entonces y nuestro reto era lograr que esta película reflejara esta época, y a la vez, todo el universo de Bond, que no es uno en especial para cada época. Fue un tema que discutimos en nuestras primeras reuniones con los productores y con Daniel. También era deseable traer algo nuevo a la historia y, a la vez, rendir homenaje a todas las películas de Bond en términos de expectativas y temas centrales de la saga”.

Entre los elementos que se esperan en una cinta de Bond están, principalmente, la aventura y el peligro. “En todas las películas de Bond hay enormes riesgos”, añade el director. “Imagina la amenaza más terrorífica que el mundo pueda enfrentar. Entonces aparece Bond para hacerle frente y detenerla. Lo que ha sido muy interesante del Bond de Daniel es cómo ha enriquecido al personaje con las capas de carácter que él le ha añadido”.

“Hay complejidad, peligro y también vulnerabilidad. Estos elementos han estado presentes desde la primera película de Craig, cuando Vesper Lynd murió. La forma en que el personaje interpretado por Craig toma sus decisiones es interesante, debido a su ingenio, pero también a sus errores. En verdad, su historia es muy interesante”.

La anécdota tomó forma bajo la guía de Fukunaga y los guionistas expertos en la zaga de Bond, Neal Purvis y Robert Wade; los productores y Daniel Craig también invitaron a la actriz y escritora Phoebe Waller-Bridge (Fleabag, Killing Eve), para que contribuyera en la película con su perspectiva sobre el personaje y la historia, manteniendo lo que Broccoli describe como la “esencia británica” de Bond.

“Phoebe influyó muchísimo en el guión y nos encanta trabajar con ella”, asevera Broccoli. “Todos los escritores han hecho alguna contribución, y Cary se esforzó por incorporar tantas aportaciones como le fue posible. La historia es muy complicada, pero es narrada en una forma sencilla de seguir y entender. Las revelaciones que hace al público son fascinantes”.

“El desarrollo del personaje es muy profundo y las relaciones, aunque complicadas, también son interesantes y emotivas. Considero que el libreto es grandioso”, añade Broccoli.

En Sin Tiempo para Morir se retoma la historia después de los eventos de Spectre; Fukunaga hace notar que en la primera parte de la película “se da seguimiento a la historia de la luna de miel entre Madeleine Swann y Bond, una vez que éste se ha retirado”.

Por supuesto, no todo sucede como se esperaba. “Ellos terminan yendo por caminos separados”, continua Fukunaga. “Cinco años después, cuando nos reencontramos con Bond, el mundo ha cambiado; todo ha continuado su marcha. El panorama político se ha modificado también”.

“Una amenaza que involucra a Spectre y algunos otros elementos externos se está gestando. Entonces, Bond regresa a la acción para ayudar a MI6 a fin de evitar que un arma diabólica afecte al mundo. Se trata de una fascinante historia con magníficos personajes, nuevos y viejos”.