Te contamos un poco del rodaje de NOMADLAND

Te contamos un poco del rodaje de NOMADLAND Te contamos un poco del rodaje de NOMADLAND

En el otoño de 2018, mientras filmábamos NOMADLAND en Scottsbluff, Nebraska, cerca de los campos helados de una cosecha de remolachas, me puse a hojear Desert Solitaire, un libro de Edward Abbey que me había regalado alguien que conocí en la carretera, y encontré esta cita: 

“Men come and go, cities rise and fall, whole civilizations appear and disappear - the earth remains, slightly modified. The earth remains, and the heartbreaking beauty where there are no hearts to break.... I sometimes choose to think, no doubt perversely, that man is a dream, thought an illusion, and only rock is real. Rock and sun." (“Los hombres van y vienen, las ciudades florecen y caen, civilizaciones íntegras aparecen y desaparecen. Y la tierra queda, apenas modificada. La tierra queda y la belleza desgarradora donde no hay nada que desgarrar… A veces prefiero pensar, sin dudas con perversión, que el hombre es un sueño, los pensamientos una ilusión, y que solo la roca es real. La roca y el sol”.)

 

Durante los 4 meses siguientes hubo nómadas que llegaban y se iban mientras viajábamos y filmábamos. Muchos conservaban rocas de sus andares, su casa sobre ruedas alimentada con la energía del sol. Dejaban historias y sabiduría en cámara y fuera de ella. Habiendo crecido en ciudades en China e Inglaterra, siempre me atrajo mucho la carretera abierta, una idea que considero característicamente estadounidense: la eterna búsqueda de lo que hay detrás del horizonte. En esta película intenté capturar algo de esto, sabiendo que no es posible describir realmente las carreteras estadounidenses a otra persona. Una debe descubrirlas por sí misma.

 

Chloé Zhao

 

 

Punto de partida

 

Un retrato panorámico conmovedor del espíritu nómada estadounidense, siguiendo el paso de trabajadores golondrina, NOMALAND, de Chloé Zhao (Songs My Brothers Taught Me, The rider) es una road movie de nuestros tiempos, hoy más relevante y con más resonancia para todos, en tiempos de cambios y redefiniciones. Podemos contemplar la majestuosidad del oeste estadounidense, desde la zona árida de Dakota del Sur hasta el desierto de Nevada o el noroeste del Pacífico, a través de los ojos de Fern, una mujer de 61 años interpretada por Frances McDormand (Fargo, Tres anuncios por un crimen), responsable además de convocar a Zhao cuando vio en ella un alma gemela después de ver su película anterior, The rider. Juntas crean el retrato de una mujer que perdió un marido y, de hecho, toda su vida anterior, cuando el pueblo minero donde vivía se disuelve. Pero en el proceso se fortalece y encuentra una vida nueva. Fern encuentra a su comunidad en las reuniones de nómadas a las que asiste, y esta comunidad incluye a Linda May y Swankie (nómadas de la vida real que hacen de sí mismas), una relación de compañerismo más estrecha con Dave (David Strathairn) y con otras personas que conoce en el camino. Pero lo más importante es, como lo expresa Zhao, “con la naturaleza, a medida que evoluciona, en el desierto, en las rocas, los árboles, las estrellas, un huracán. Ahí es donde encuentra su independencia”.

En 2017, Frances McDormand y su socio, Peter Spears (Llámame por tu nombre) compraron los derechos del ensayo Nomadland: Surviving America in the 21st Century, de la escritora de Brooklyn Jessica Bruder. “El libro es un trabajo de periodismo de investigación —dice Zhao— y cada capítulo aborda un tema diferente. La mitad del libro gira en torno a la vida nómada, y la otra mitad es en realidad periodismo encubierto: Jessica trabajó encubierta en la cosecha de remolacha en Amazon”.

 

“Con Frances habíamos comprado los derechos para el libro —dice el productor Peter Spears— y luego Frances vio The rider en el Festival Internacional de Cine de Toronto y me dijo “tienes que ver esta película, creo que es la directora que buscamos”.

“The rider fue una de las mejores cosas que vi en mucho tiempo”, dice McDormand. “La directora no tenía ideas preconcebidas sobre los personajes, y sin haber escuchado mucho acerca de la película, sentí que fue como un descubrimiento personal para mí. Como productora me atrajo que una directora mujer hubiera usado el género Western, típicamente masculino, y sus recursos para contar una historia más universal sobre el triunfo ante la adversidad y la voluntad de sobrevivir y adaptar nuestros sueños”.

“Para investigar para mi libro —dice Bruder— me sumergí en la vida cotidiana de las personas acerca de las que iba a escribir. Pasé semanas en una tienda, luego meses en una van. La experiencia es una gran maestra. Pasé de saber muy poco sobre la vida nómada a maravillarme con la creatividad, resiliencia y generosidad que encontré en el camino, en general de personas que habían enfrentado dificultades tremendas en sus vidas”.

 

“Justo estaba en pleno proceso de armarme una van —dice Zhao— por la cantidad de tiempo que había dormido en mi Subaru mientras hacía mis dos primeras películas, pero desconocía a qué nivel hay personas que se reúnen y viven este tipo de vida. Fran y Peter me dieron el libro, lo leí y pensé: ‘vaya, realmente no sabía que esto existiera’”.

 

Wells, quien ahora tiene una gran cantidad de seguidores en YouTube por sus videos y su libro How To Live In a Car, Van or RV (Cómo vivir en un auto, una van o un vehículo recreativo), dice: “Era un sin techo que vivía en una van. Era un momento muy pero muy malo de mi vida. Y luego ocurrió algo extraño mientras resolvía los problemas y encontraba todas las soluciones: me enamoré del camino, de la libertad. Había hecho todo lo que la sociedad manda: conseguir un empleo, casarme, tener hijos, comprar una casa… y nunca fui feliz. Y acá había hecho exactamente lo contrario a lo que la sociedad me había dicho que debía hacer, y era feliz por primera vez. Eso me hizo cuestionarme todo”.

 

“Una de las cosas que necesité hacer —añade Wells— no fue solo decirle a la gente cómo salir y vivir en el desierto o en los bosques nacionales. Necesitaba crear una comunidad. Se trataba de algo comunitario, las personas querían encontrar a otras personas. Recibía muchos emails en los que me preguntaban ‘¿dónde encuentro a alguien? No quiero hacer esto y estar solo’. Lo comunitario era muy importante”. Y agrega: “Pensemos en los hombres de montaña de principios del siglo XIX. Buscaban pieles, les encantaba la naturaleza, estar solos, explorar. Y sin embargo, siempre se reunían una vez al año para un gran festejo. Así que inicié el Rubber Tramp Rendezvous en 2011, un encuentro anual de nómades. El primer año éramos 45 personas. El año pasado éramos como mínimo ocho a diez mil. Es difícil contar a tantas personas en el desierto”.

 

A medida que Zhao se sumergía en el proyecto, pensaba en qué tipo de película quería hacer. Decidió ampliar su método de trabajo habitual y al mismo tiempo plantearse un desafío nuevo. “Hice un tipo de películas —dice Zhao— y sé que aprendí a ser bastante buena en eso, y no quería alejarme de lo que sabía, lo que quería era construir a partir de esto. Al mismo tiempo, me producía curiosidad qué más podía hacer que no se hubiera hecho con demasiada frecuencia”.

 

“Fran me contactó como productora, y desde el primer día me preguntó si no debía formar parte del proyecto como actriz”, continúa Zhao. “Lo cierto es que yo sentía que no sería fácil atraer al público con este proyecto. Con The rider se trataba de vaqueros, era una película del Lejano Oeste. Pero esta es más complicada, en este país se discrimina por edad, existe un prejuicio contra las historias de personas mayores o las que habitan las periferias de la sociedad. Así que pensé que si Fran aceptaba, íbamos a atraer la atención del público al proyecto sin inconvenientes. Así que desde el principio para mí fue una cuestión de pragmatismo. Pero al mismo tiempo era un reto creativo que me generaba curiosidad”.

 

“Creo que Frances se entusiasmó pensando en cómo hacer esta película distinta a las demás —dice Spears—, con este tipo de realizadora”.

 

“Como Fern, ‘trabajé’ a la par de los trabajadores reales en un centro de logística de Amazon, en una planta de procesamiento de remolacha azucarera, en la cafetería de una atracción turística y como anfitriona para campistas en un Parque Nacional”, dice McDormand. “La mayoría del tiempo no me reconocían como alguien que no fuera una trabajadora más. Por supuesto no trabajé las horas que requieren estos empleos. Pero sí intentamos dar la impresión de trabajo real y sus consecuencias: las dificultades físicas y la incomodidad para una persona mayor, pero también la alegría de trabajar y vivir en un entorno natural como anfitriona de campistas, y de tener un propósito y los ingresos que dan estos empleos”.

 

Zhao trabajó estrechamente con McDormand. “Fran y yo pasamos mucho tiempo juntas en el camino, y la conocí mucho. Fran no es la clase de actriz a quien le gusta hablar todo el tiempo del personaje. Le gusta hacer, poner el físico, le gusta lo tangible. Así que en este sentido nos entendimos muy bien”, dice Zhao. 

 

“Chloé se sumerge en la narrativa de las vidas de sus sujetos y busca ‘el gancho’ para el arco narrativo de su película”, dice McDormand. “Nuestro proceso en NOMADLAND fue un desafío para las dos, porque trabajábamos con un híbrido de no profesionales de la comunidad nómada, y David Strathairn y yo como profesionales, haciendo nuestros personajes. Sin embargo, Chloé y Josh, nuestro director de fotografía, pasaron tiempo con David y conmigo y nuestras familias en la pequeña ciudad en la que vivimos. Chloé tomaba notas de lo que observaba de nuestras vidas, nuestra interacción como amigos, y desarrolló su idea de Fern y Dave a partir de este trabajo”.

 

Zhao y McDormand trabajaron juntas en la construcción del hogar nómada sobre ruedas de Fern, una van Ford Econoline a la que McDormand le dio el nombre de Vanguard. “Pensábamos en cómo estructuraría Fern el lugar donde vivía”, dice Zhao. “Cuando vives en un espacio reducido, lo que llevas contigo dice mucho sobre quién eres, más que cuando vives en una casa”.

 

“Al trabajar con Chloé sobre el personaje de Fern —dice McDormand— hablamos mucho acerca de cómo llevar cosas de mi vida a la vida de Fern, y mucho de ello tenía que ver con mi pasado, pero también con mis actividades de todos los días. Sugerí las manualidades, porque es una forma de pasar el tiempo cuando una no está en la carretera, además de una forma de crear objetos prácticos que una necesita, y cosas para intercambiar en el camino. Llevé mi bolsa de hilos para tejer agarraderas, el telar y la aguja. Debo haber hecho unas 75 agarraderas que les di a diferentes personas en camino, y a miembros de nuestra compañía. Y además eran elementos de utilería”.

 

“Otra cosa de mi propia vida que le ofrecí a la historia es un juego de vajilla con un diseño llamado Autumn Leaf (hojas de otoño)”, cuenta McDormand. “Cuando me gradué en la universidad, mi padre compró un juego completo de vajilla en diferentes ventas de garaje y me lo regaló para mi graduación. Pensé que era algo que podía incorporar a la historia para darle más profundidad personal. Y llevé mi juego de cubiertos, que me gustan mucho”.

 

Zhao acota: “Como queríamos incorporar a la película personas que no fueran actores y que fueran ellos mismos en ese momento, de alguna forma Frances también tenía que ser ella en ese momento, porque no sabía qué era lo que iban a hacer los demás. Por eso la película tiene tanto de ella en su personaje”.

 

“En Songs My Brothers Taught Me” —dice la productora Mollye Asher (Songs My Brothers Taught Me, The rider)— abordamos el trabajo como un proceso en lugar de con un guion, y Chloé escribía las escenas todos los días. En NOMADLAND trabajó de la misma forma que en The rider, en la que había un guion, pero reescribía o ajustaba las escenas, a veces todos los días, en base a lo que iba descubriendo y filmando”.


 

Mapa de ruta

 

El rodaje de NOMADLAND se extendió a lo largo de seis meses, desde septiembre de 2018 en Dakota del Sur, donde se filmaron las escenas en los terrenos baldíos y en el Wall Drug. “Para poder filmar en Dakota del Sur —dice Zhao— cosa que hice dos veces, tiene que ser en septiembre-octubre o en mayo”. Desde allí, la compañía se trasladó a Nebraska.

 

“Camino al oeste de Nebraska, donde estaba la cosecha de remolacha, atravesamos Deadwood”, dice Spears. “Allí descansamos por un tiempo y reanudamos el rodaje en Empire, Nevada, que queda cerca del desierto de Black Rock, donde tiene lugar el festival Burning Man”. Zhao y McDormand habían decidido que Empire fuera el lugar de la heroína, Fern. También era el lugar donde se había desarrollado el libro de Bruder. 

 

“Empire era una colonia industrial, hogar de generaciones de mineros de yeso que fue devastada por la Gran Recesión, y todos fueron expulsados”, dice Bruder. “Incluso se canceló su código postal”.

 

El siguiente destino del equipo fue el que supo ser un enclave contracultural, Point Arena, en el condado de Mendocino, sobre la costa norte de California, para rodar las escenas con Dave (David Strathairn) y su familia.

 

“Luego tuvimos un descanso por Navidad —dice Asher—, que fue de cinco días, creo. Pasamos Año Nuevo juntos. Luego fuimos a Yuma, Arizona y volvimos a California para terminar en el condado de San Bernardino”.

 

Además de a Asher y Spears, Zhao incorporó a Dan Janvey (Una niña maravillosa; Corazón de perro) como coproductor. “Chloé conocía personalmente a Dan, y había tenido experiencias con rodajes de este tipo con Benh Zeitlin”, dice Asher. Se eligió especialmente a cada integrante del equipo. “En un rodaje como este, en el que uno ingresa a comunidades a las que no pertenece, es necesario ser invisible de alguna forma, así que necesitábamos gente que no solo fuera buena en su trabajo, sino que además tuviera el tipo de personalidad correcto”.

 

“En las primeras conversaciones hablábamos sobre trabajar dentro de diferentes comunidades y cómo abordar este trabajo de manera realmente colaborativa y respetuosa. Fue una oportunidad realmente interesante y nos permitió vivir una aventura por el oeste con Chloé, Fran y el mejor equipo, con los mejores colaboradores”, dice Janvey.

 

“En realidad se trataba de contar con el equipo indicado”, dice el director de fotografía, Joshua James Richards. “Para algunos podía parecer un equipo pequeño, pero para mí era la cantidad justa de personas, y además las indicadas para el trabajo”.

 

“Para poder integrarse a la comunidad, Chloé y Josh trabajaron con un grupo verdaderamente pequeño de personas”, dice Asher. “Trabajábamos con viejas vans que podrían haber pertenecido a nómadas, y que además nos permitían filmar en tomas de 360º”.

 

“Como productora me convertí en integrante de una compañía muy estrecha de 23 cineastas jóvenes y viajé con ellos mientas hacía la película como su par. Mi rol no era enseñar, sino aprender, y esa era la filosofía que se respiraba en el viaje”, dice McDormand. El equipo estaba conformado por 19 hombres y 17 mujeres.

 

El enfoque de Zhao, que incluye buena parte de improvisación para contar la historia, se extiende al rodaje. “En lugar de llegar con una visión precisa de lo que se supone que debe pasar —dice Richards—, Chloé es muy abierta y de alguna manera va descubriendo la película a medida que avanzamos”.

 

“Uno nunca sabe exactamente qué es lo que busca Chloé, y eso da libertad para explorar”, dice Strathairn, viejo amigo y vecino de McDormand. “Y sin embargo se sentía el ojo del cazador al acecho, como si supiera exactamente qué era lo que quería capturar”.

 

“Lo cierto es que no puedo ver a los personajes cobrar vida hasta que se enciende la cámara— dice Zhao— y la hora del día, la cercanía de la cámara con respecto al personaje y cómo interactúa con el entorno, y el clima y las personas que la rodean. Ahí es cuando cobra vida”.

 

“Chloé es un ser humano con consciencia plena. Tiene registro de todo lo que la rodea, absorbe todo. Y sabe encontrar lo genuino”, dice Janvey. “Y lo interesante, tanto en términos de la temática como de lo visual, es que además es muy clara y decidida, pero al mismo tiempo está abierta a nuevos descubrimientos y a cambiar de perspectiva”.

 

“Chloé edita en su cabeza lo que rodamos durante el día”, añade Richards —quien además es el editor de la película— acerca de Zhao. “Vuelve a casa, mira lo que rodamos y a veces me llama por la mañana y me dice cosas como ‘hay algo que me gustaría agregar’. No es un abordaje convencional, y siempre está buscando nuevas formas de edición y encontrando la película”.

 

Para la música de la película, Zhao dice que “se propuso buscar piezas inspiradas en la naturaleza” y la atrajo el compositor italiano Ludovico Einaudi y su último trabajo, Seven Days Walking, lanzado en 2019. Basó la composición en una serie de caminatas que hizo en los Alpes italianos en 2018, siguiendo la misma ruta todos los días, pero abriéndose a diferentes emociones y estímulos que experimentaba con los cambios del uz, de temperatura, la vida silvestre y las condiciones del clima. Buena parte de la evolución de Fern tiene que ver con aprender a vivir en la naturaleza. Al vivir en una van está cada vez más expuesta a la naturaleza –a su belleza y a su hostilidad–, a su capacidad de reponerse y de sanar”. Seven Days Walking cuenta con Einaudi al piano, Federico Mecozzi en violín y viola, y Redi Hasa en el chelo.

El diseño de sonido era muy importante para la película y fue adaptado a paisajes específicos muy diferentes. Lo de Fern es un recorrido. Para esto, Zhao y su equipo trabajaron con el mexicano Sergio Díaz, que trabajó junto a los reconocidos directores Alfonso Cuarón (Roma), Guillermo del Toro (El laberinto del fauno, Hell Boy II: The Golden Army) y Alejandro González Iñarritu (21 gramos, Babel). Para NOMADLAND se asoció con Zach Seivers, de Los Ángeles, que también se ocupó de la edición y mezcla de sonido. “Queríamos que el diseño de sonido fuera fiel a los sonidos de los lugares donde se encuentra Fern”, explica Zhao. “De manera parecida a cuando se hace música, no queríamos apelar a ‘trucos’ en el diseño de sonido para decirle al público qué sentir y cómo sentirse. Queríamos ser creativos, que nuestro diseño de sonido fuera vivencial, además de franco y honesto”.


 

Vivir entre nómadas

 

Muchas de las personas nómadas reales que aparecen en la película fueron convocadas a lo largo de varios meses. Así, se pudo trabajar con quienes tenían lazos más arraigados dentro de la comunidad. Tanto Swankie como Linda May fueron incluidas en las primeras etapas, ya que están en el libro de Bruder. “Por supuesto que para mí mi vida es normal y ordinaria, leer sobre mí misma en el libro de Jessica me dio algo de pudor, y al mismo tiempo me sentí honrada”, dice Swankie. “Dejé de lado algunas de las circunstancias de mi vida por un tiempo para estar en la película, pero valió la pena. Chloé incluso incorporó al guion el cabestrillo que llevo en el brazo”.

 

Suanne Carlson (quien enseña sobre el uso de la cubeta de cinco galones en la película), es cofundadora junto a Bob Wells de un grupo sin fines de lucro de apoyo a la vida nómada, Homes on Wheels (hogares sobre ruedas). Los productores Asher y Janvey descubrieron que contar con su aval le otorgaba algún grado de validez y confiabilidad a la compañía a la hora de acercarse a los nómadas, y también recomendaron a algunas personas que podían participar de la película. “Enviaban notas como ‘perro pequeño de nombre Wilbur, le encanta cocinar asado y dar de comer a la gente’”, dice Asher. “Con el tiempo tuvimos un documento de casting para Chloé con nombres y fotos de sus casas rodantes, así como datos interesantes acerca de ellos. Una de las nómadas, una mujer de 86 años llamada V.J. Flanary, ¡fue una de las primeras mujeres piloto!”.

 

Chloé eligió a los nómadas que quería incorporar a partir de ese documento, pero luego hizo más pruebas para las escenas individuales, cuando empezaron a llegar las casas rodantes al RTR (Rubber Tramp Rendezvous). Chloé visitó una por una para conocer a cada persona. Por ejemplo, el grupo de personas que comparten sus historias en torno a una fogata, fue elegido durante este proceso. Algo que caracteriza el trabajo de Zhao es que genera una enorme confianza con sus sujetos de la vida real y prepara la base para propiciar una autenticidad y apertura que realmente solo ella consigue. “Silencio en el set, la cámara fija sobre ellos, para que tuvieran el tiempo, el espacio y el respeto necesario para contar sus historias. Ese es el corazón de NOMADLAND”, explica Asher. 

 

Los viajeros como Derek, el joven que Fern conoce, se parecen a los nómadas en algunas cosas, pero son una subcultura diferente y no siempre se mezclan con los nómadas. Pero para el personaje de Fern, Chloé quería que sí lo hiciera, y crearon la escena en la que Fern le ofrece el sándwich y le pregunta sobre sus padres para ilustrar eso. Derek terminó sumándose al equipo de la película. Zhao y sus productores sintieron que darle un empleo era otra forma en la que el proceso de creación de la película NOMADLAND reflejaba el espíritu de la historia.

 

Dice Swankie sobre trabajar con Zhao: “Al principio me sentía intimidada, pero después de conocerla mejor entendí que era la única que tenía el panorama completo. Cuando me pedía que hiciera algo que era contrario a mi personalidad, me recordaba amablemente que se trataba de una historia, no de mi vida real. Creo que fue fantástica. Aprendí mucho de observar a Chloé y Frances trabajar juntas”.

 

“La verdad es que nunca había oído nombrar a Fran ni había visto ninguna de sus películas — continúa Swankie— y sin embargo se comportó conmigo como si yo fuera la estrella de cine famosa y ella una fanática. Confesé que no tenía idea de quién era y no se ofendió, sino que empezó a hablarme con entusiasmo acerca de trabajar juntas. Cuando terminó la conversación sentí como si me hubiera reencontrado con una vieja amiga que hacía muchos años no veía. Realmente me sentí más querida y valorada al hacer la película que nunca antes en mi vida”.

 

Destino final

 

“Creo que se le hizo una promesa a la generación de los baby boomers”, dice Spears. “Les dijeron que si hacían esto, lo otro y aquello, todo funcionaría a la perfección al momento de jubilarse. Claramente eso no ocurrió y no va a ocurrir. La red de seguridad se desgarró, y ahora muchos se están cayendo. Como dice Bob Wells: es como el hundimiento del Titanic”.

 

“Y sin embargo —continúa Spears— esta situación se encastra con la tradición del individualismo del estadounidense duro. Muchas de estas personas que se ven forzadas a este tipo de vida están descubriendo una independencia, una nueva identidad. Atados exclusivamente a ellos por primera vez en sus vidas. Creo que es inspirador y complicado, por supuesto, de la misma forma en que la cultura estadounidense es complicada y tiene tantas capas en este momento”.

 

“Se trata de personas que están redefiniendo el sueño americano”, dice Asher. “Es interesante porque creo que en todas sus películas, Chloé juega con la idea del sueño americano y lo mira desde una perspectiva novedosa, la de una artista nacida y criada en una cultura completamente diferente”.

 

“El poder del cine de ficción es lo que me afectó tanto como para inspirarme a hacer películas —dice Zhao—, y por estos días creo que corremos peligro de olvidar cuál es ese poder. No quería centrarme solo en una persona que usaba el camino como medio para llegar a un fin y dar un mensaje social acerca de lo malo que es el capitalismo estadounidense: eso no me interesa. Prefiero ver un documental sobre eso hecho por otra persona. Lo que yo quería hacer era ingresar a este mundo y explorar una identidad auténticamente estadounidense: la del verdadero nómada. Ahí es donde quiero llevar al público y al mismo tiempo encontrarlo y, espero, conectar con él, de a una persona por vez”.

 

“Chloé usa el cine para tocar las vidas de personas reales a las que se ignora por completo: las personas mayores, las personas sin hogar”, dice Richards. “Se trata de explorar la vida desde una perspectiva que no sea mera observación. Tiene algo de poesía”. 

 

Linda May describe su vida en el camino: “Las personas que conocí en el camino son personas con las que nunca me hubiera relacionado por nuestros empleos, estilos de vida y por dónde vivíamos. Nuestros caminos eran muy diferentes pero, cuando se cruzaron, la camaradería, el apoyo, la compasión por el otro, aparecieron de inmediato. Una amistad que hubiera llevado años cultivar nació tan rápido por nuestro lazo común, el del estilo de vida nómada”. 

 

“Algunos lo llaman ‘viaje’, o ‘aventura’. Pero yo no”, resume Swankie. “Simplemente se trata de vivir mi vida al máximo, de la mejor manera posible, y desafiándome. Originalmente, mi meta en la vida era ser una parte importante de las vidas de mis hijos y mis nietos. Eso no parecía funcionar de manera sana, ni para mí, ni para ellos. De hecho, era desalentador y deprimente. Tuve que reorientar mis energías para vivir una vida más sana. Para mí de eso se trató volverme nómada. No estoy viviendo una aventura ni buscando paisajes o haciendo viajes luego de los cuales volveré a casa. Mi casa no está en un lugar. Hace ya más de una década que soy nómada y no me he cansado. Todo lo que tengo es lo que llevo conmigo. No tengo que volver a ningún lado a buscar nada. Ser nómada es una decisión, no una circunstancia”.

 

Camila Chavarría Araya

Camila Chavarría Araya

Asistente Ejecutiva - Community Manager - Generador de Contenido IG| @cammyaraya_makeup "Hola Me llamo Camila, soy maquillista y estudiante de economía. Amante del mundo geek en especial los videojuegos, películas, series, maquillaje y tecnología. En Gigs&Geeks me verás por las redes sociales con creación de contenido y diferentes reseñas Recuerda que con Gigs&Geeks puedes ser el más gato en tu tema favorito 😺"