En conversaciones con Chris Rock durante el Tribeca Film Festival, el director J.J. Abrams conversó acerca de la producción del Episodio VII de Star Wars. Primero, comentó de las similitudes entre el Episodio VII con el Episodio IV: A New Hope:
«Esta película era un puente y un recordatorio. Necesitábamos recordarle a la audiencia lo que era Star Wars, pero necesitaba establecerse con algo familiar, con un sentido de que vamos a nuevos territorios, que es lo que el 8 y 9 harán, en realidad».
Abrams reconoció los comentarios negativos que ha recibido, sin embargo, él dijo que era la única forma en la que podía devolverle la vida a la franquicia de forma exitosa:
«Lo extraño es que ha pasado mucho tiempo desde la anterior. Obviamente, las precuelas han existido entre éstas y queríamos, algo así como reclamar la historia. Así que, de forma muy consciente, tomamos prestados algunos fragmentos similares para que el resto de la película pudiera ser algo que sabíamos que era Star Wars».
Además nos reveló que Mark Hamill mostró resistencia para re-aparecer como Luke Skywalker cuando se dio cuenta que su papel aparecía en la escena final únicamente:
«Sabíamos que tener a Luke era toda la historia y yo estaba desesperado por hacer la siguiente parte, que sabíamos que no iba a encajar con esta película (TFA). Pero sabíamos que teníamos ese final, fue algo terrorífico y engañoso de hacer. Y al principio, para ser honestos, Mark Hamill se mostraba muy resistente […] Imagina leer Star Wars, imagina que eres Mark Hamill y te dan el guión para la nueva película de Star Wars. Oh, la entrada es buena, página dos, página tres y sigues y… ¿Qué diablos? Estoy a tres páginas de terminar… la última página, ¿qué?. Él fue muy amable al hacerlo y al principio pensaba: ¿Parecerá tonto? ¿Parecerá un chiste que esté ahí de pie?. Yo le contestaba: No creo que así sea, porque toda la película trata de eso. Podría ser un redoble de tambor hasta que lo vemos».
Fue hasta que filmaron la última escena en una isla en la costa de Irlanda cuando J.J. Abrams se dio cuenta que Hamill tenía la misma edad que Alec Guinness cuando interpretó a Obi Wan.