Todos pensaban que después de matar al T-800 asesino en la primera película, iban a tener una vida tranquila pero no. Después de destruir a Terminator, la empresa que destruye todo en el futuro encuentra las partes restantes de la batalla con Sarah y Reeses.
10 años después en «Terminator 2: Judgment Day» (1994)
Creen a Sarah como una señora bien loca, porque nadie le cree el tema de los robots del futuro y la meten a un hospital psiquiátrico. Donde no tiene mucho trato humano, pobre Sarah.
Por otros lado tenemos a un adolescente que roba cajeros automáticos, todo un delincuente pacífico falto de amor maternal. Nada más y nada menos que, John Connor.
Envían desde el futuro a un robot avanzado, para matar a John Connor. Si no pudieron matar a la mamá, entonces parece una mejor idea matarlo a él con 10 años. Pero los buenos también envían un súper robot con apariencia conocida, un T-800 pero bueno. Esta vez para defender a John.
Este nuevo robot malvado del futuro, tiene múltiples características: se regenera, se transforma en otras personas, puede tomar otra figura y es más ágil. Definitivamente es mejor que el T-800 regular.
Terminator salva a John y buscan a Sarah, que al principio no quería, puesto que era el mismo que diez años atrás la iba a matar. Pero Terminator se gana su confianza y escapan, por mientras el T-800 trata de aprender algo de los humanos.
Después de persecuciones al estilo Rápidos y Furiosos con balaceras, llegan a una oportuna fábrica (esto se me hace conocido). Luchan contra el robot policía y lo lanzan en una caldera de acero fundido. Pero queda una cosa, Terminator también debe morir junto con los restos del T-800 de hace 10 años.
Hasta aquí la segunda parte Yumers. También les tendremos una nota especial sobre las palabras de James Cameron sobre las otras tres películas: Rise of the Machines, Salvation y Genesys.
Hasta la vista… baby.