“Ahora mismo en este sujeto es el único en quien confío. Es demasiado asesino para estar con la policía.”
-Buenas, joven ¿Tendrá unos minutos para hablarle de la palabra de nuestro señor Tarantino?- ¡Y qué palabras!
-Oye, Quentin, de verdad que dejaste a todos con la boca abierta al presentar tu primer película. Necesariamente tenemos que incluirte cuando hablamos de los mejores diálogos entre personajes en el cine. No por nada Reservoir Dogs es considerada por muchos, el mejor debut de un director norteamericano.
Era el año 1992. Vemos en la pantalla a ocho comensales bastante particulares, no se conocen, pero comparten el desayuno. No es una reunión cualquiera (en las películas de Tarantino, las comidas no son triviales), planean el robo de una joyería. No nos lo dicen, lo deducimos de su banal conversación.
¿Qué la película no es original? A Tarantino le gusta tomar lo que ya se ha hecho y le ha gustado, y darle una nueva cara. Los nombres en clave, el robo a la joyería mal logrado, los trajes enteros con corbata, todo eso ya estaba. Pero es no quiere decir que Reservoir Dogs ya estaba hecha.
Observamos fragmentos de la historia, intuimos lo que sucedió (el cine es el arte de la intuición). Sangre, violencia, vocabulario soez, de todo hay. Pero en el trasfondo hay más. Primero, los diálogos que en otro caso pueden ser monótonos o de transición, aquí son el núcleo y forma de armar el rompecabezas de la historia. Y segundo, una caracterización de personajes mostrándonos con crudeza la condición humana, y la desconfianza ante personas que realmente no conocemos.
Pues si, tarantinesco ¿no? El inicio de un estilo para contar historias. Esta película fue apenas el comienzo.
No olviden que su próxima película Once upon a time in Hollywood, se estrena en cines de Costa Rica en agosto próximo.