Peter Moore explica uno de los momentos más tensos de la compañía.

Las luces rojas. Tres palabras mortales y dolorosas de pronunciar para los usuarios de Xbox 360 en la pasada generación. Si tu consola la padecía, lo mejor que podías hacer era comprar una nueva, porque ni metiéndola en la nevera lograbas solucionar el problema. Este se puede considerar uno de los peores problemas de diseño en la historia de los videojuegos y uno de los que dejó miles de consolas inutilizables.

Este fallo como era de esperar inició al llegar los juegos que más exprimían el potencia gráfico de nuestra consolas, para reconocer el fallo solo debíamos ver las tres luces rojas que salían en el logo de nuestro Xbox. Algunos usaban el término «Anillo Rojo de la Muerte» para ser más específicos.

A todo esto, vamos a la actualidad cuando Peter Moore, uno de los máximos responsables de Xbox en la pasada generación y actualmente directivo de la división deportiva de Electronic Arts, ha confirmado que este fallo le costó a Microsoft más de mil millones de dólares. Este gasto fue lo que la compañía tuvo que invertir para reparar todas las consolas y ampliar la garantía hasta los 3 años.

Claramente las víctimas no solo fueron las consolas, también a lo interno de Microsoft rodaron cabezas. Las consolas Xbox 360 de Phil Spencer, actual jefe de la marca Xbox, y Seamus Blackley, uno de los creadores originales de Xbox, también tuvieron que ser reparadas o sustituidas:

«Fue algo que no pudimos realmente entender […] sabíamos que teníamos un problema. Me acuerdo de ir a ver a Robbie Bach, mi jefe, diciéndole que creo que podríamos tener un problema de millones de dólares». comentó Peter Moore

En todo caso, Peter comentó que el momento más difícil fue rendir cuentas ante Steve Ballmer, ex director ejecutivo de Microsoft. Comenta que simplemente lo miró y le dijo: «¿Qué tenemos que hacer?», Peter le respondió: «Tenemos que traer todas las consolas de vuelta».

La gracia de traer todo por FedEx costaría aproximadamente $240 millones en ese entonces. Luego Steve le comentó: «¿Cuánto te va a costar?». Solo respiró, miró a Robbie y dijo: «Creemos que mil millones».

Al final el jefe solo dijo: «Háganlo».

A pesar del enorme costo que esto significó, Peter Moore asegura que fue la decisión correcta, de no haberlo hecho la marca Xbox pudo haber quedado hundida.