Una de las palabras que comenzaron como un nicho, pero que con el pasar de los años se ha transformado en la palabra más utilizada dentro del mundo de los videojuegos en esta generación. Lo malo es que esta palabra no es más que una manera de dispersar a la gran comunidad de Gamers que dejen de luchar por lo que deberíamos exigir y que por más que no queramos admitirlo, seamos fans de Playstation, Xbox, PC o Nintendo. Todos pertenecemos a un solo grupo llamado consumidores.
Pero, ¿Qué nos hace ser Fanboys? ¿Por qué defendemos juegos o empresas a muerte, sabiendo que el producto es de mala calidad? ¿Y cuál es la gracia para las empresas tener a estos templarios defensores?
Son muchas preguntas que todo Gamer se ha realizado alguna vez, no obstante, lo que ocurre en esta nueva generación que actualmente no cuestiona y mucho menos exige algo que detrás de la camiseta de X plataforma tiene. Todos nosotros, aunque no queramos admitirlo estamos allí, todos tus “rivales consoleros” o los “Pc Master Race” conformamos esta cruzada llamada “Los Consumidores” y es aquí la única opción que tenemos para poder lograr cambios dentro de la industria, exigir que los juegos vengan con todo lo que nos venden mediante el “Hype”.Pero por otro lado ser Fanboys es algo horrible para la industria, son personas ciegas ante una marca, que por más errores que cometan, políticas absurdas que integren o todo lo que haga esa compañía, sin un minuto de meditación aprueban todos los cambios sin chistar. Lo mismo ocurre con los juegos, mediante trailers preciosos, estrategias de marketing y spots publicitarios, lo único que hacen es crear fanboys por algo que ni siquiera se ha visto si es verdad, tenemos ejemplos este 2016 como No Man’s Sky, la estafa de Mighty Number 9 a todas esas personas que entregaron dinero en forma de ayuda. Otro de ellos es We Happy Few, que el tráiler en la E3 fue mucho más interesante que el juego mismo y que irónicamente se promocionaba como un juego completo, pero que en Steam continua en “Early Access”. Y es allí donde no como Gamers, sino consumidores tenemos el poder y el minuto feliz de decirles: “Quiero mi dinero de vuelta” o “No voy a caer en Hype hasta probarlo”, pero que por desgracia los medios de comunicación también son cómplices de meternos al tren del Hype. Con sus notas adulando el juego, videos en sus redes sociales jugándolo y mostrando niveles de excitación exorbitantes, para después al momento del análisis le pongan un 2/10 mucha agua IGN (meme clásico hoy en día).
Aunque si lo vemos del punto de vista del Gamer, querer que un juego este completo o tener hype al ver trailers hermosos es de lo más normal, es algo de la cual nosotros estamos orgullosos de poder crear, eso demuestra que a cualquier edad todavía tenemos ese corazón de niño pequeño esperando al comercial en televisión mientras estamos tomando un chocolate caliente. Sin embargo defender productos hasta el dia de hoy sabiendo que está a medias(si, te estoy viendo a ti No Man’s Sky), eso puede ser una pregunta como: “¿Defiendes el juego porque realmente es bueno, o lo haces para no sentirte mal de haber gastado $60 dólares en un despilfarro?”
Uno de los pasos más difíciles es aceptar que ese dinero fue gastado de mala manera y exigir que se devuelva por simplemente no cumplir con lo prometido. Pero como es más rápido y fácil empezar a atacar a toda persona que encuentre malo el juego o consola. Lo único que crea es un aire de hostilidad innecesario que lo único que logra es dañar a toda la comunidad, dividiéndola al igual que como hacen los partidos políticos en épocas de elecciones porque saben que dividendo a la gente esas posibles pérdidas por reembolsos no se van a hacer por todo el tiempo que están perdiendo defendiendo ese dinero mal gastado. Y para cuando abras los ojos, intentes pedir reembolso te digan algo como: “Se acabó el tiempo para reembolsos”.
Sé que suena como una crítica fuerte hacia nosotros los Gamers, pero tenemos que darnos cuenta que detrás de esa polera con el logo de alguna empresa, en nuestra piel hay un tatuaje con el nombre de consumidor. Y con eso tenemos un poder que ellos no pueden ignorar, el de exigir cosas completas, bien hechas, productos que por el precio que estamos pagando valgan la pena, entre muchas otras cosas. No dejemos que las empresas nos guíen sobre que comprar, sino que seamos nosotros los que hagamos que ellos cambien sus reglas para volver a tener joyas de videojuegos que recordemos durante toda nuestra vida.