La gran actualización para Xbox One que Microsoft viene anticipando ha llegado antes del lanzamiento de Xbox One X, incluyendo un aspecto totalmente renovado, nuevas funciones, y un sistema para pasar datos a Xbox One X.
Si la actualización no se inicia automáticamente al encender la consola o en modo reposo, en el menú configuración de la consola se podrá activar manualmente. Una vez actualizado el sistema, las novedades a nivel visual son muy notorias, ya que la interfaz de Xbox One se organiza en torno a pestañas, similares a las que conocíamos en las últimas versiones, y bloques. Podemos crear bloques a nuestro gusto, destacando en la pantalla de inicio nuestros juegos y actividades frecuentes, ofreciendo información más completa y personalizada de cada actividad.
También cambia el menú de guía, siendo ahora un menú flotante que ofrece más cantidad de información para navegar más rápido entre funciones.
Además de lo estético, se ve un cambio en la interfaz previa de la consola, añadiendo nuevas funciones como una nueva versión del interfaz Mixer que crece en protagonismo, y ahora se podrán utilizar cámaras web USB de hasta 1080p en los streaming. La cámara USB también se puede utilizar en la aplicación de Skype y hasta hacer capturas a 4K.
También se ha dispuesto un sistema de copia de seguridad de archivos en USB para transmitir el contenido de una Xbox One a otra sin necesidad de descargar todo de nuevo.